A finales de los años 70 se produce un incendio forestal que calcinó una zona boscosa próxima a la localidad sierense de Saús. Pasados los días y una vez extinguido el incendio, vecinos de la zona se percatan de que aún hay fuego en un punto determinado. El tiempo transcurre y las llamas (fuegos fatuos para algunos) no se sofocan lo que unido a la oscuridad, a lo despoblado del lugar y al bosque de castaños hace de este sitio un lugar preferido por los "esotéricos".
En realidad se trata de una emanación de gas procedente de las capas subterraneas de carbón de la zona.
Hoy en día las llamas aún se mantienen. Se ha construido una escalera y una estructura, similar a un horno, que protege las llamas de la intemperie. Visítalo de noche, si te atreves.
El mechero de Saús se encuentra a orillas del río Candín, junto a la senda peatonal del Trole. Su acceso es fácil y se puede hacer tanto en coche como andando (mas recomendable) a través de la senda citada. Durante el paseo no se debe dejar de visitar la arqueología industrial de la zona.
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